Autor: Juan Pablo Ortiz Polo
Publicado en Nexos en febrero, 2024
En 2022, en México se reportaron 274 asesinatos de personal político –candidatos, gobernantes, representantes electos, y sus familiares1–, después de que en 2021 se celebraran las elecciones más violentas en la historia del país2. Ese mismo año, México ocupó el tercer lugar como el país más mortífero para los y las defensoras de derechos humanos ambientales, con 31 asesinatos3. También fue el país más peligroso a nivel global para hacer periodismo con 19 asesinatos de periodistas4.
Normalmente, la discusión sobre a violencia política se limita a la violencia contra candidatos durante los periodos electorales. En ocasiones, se toman en cuenta otros perfiles en la política: congresistas locales, alcaldes, o funcionarios públicos. Sin embargo, el personal político no es el único “actor político” bajo riesgo en un país como el nuestro. Periodistas y activistas también enfrentan peligros, ya que sus actividades le dan forma a la sociedad y al campo político y las violencias que enfrentan tienen consecuencias generales sobre la sociedad. En ese sentido, observar estos casos nos permite ampliar la mirada más allá de los ciclos electorales y atender momentos de tensión política (inter e intrapartidista) y disputas entre sectores de poder que aquejan a la sociedad en general.
La violencia contra activistas y periodistas, también es violencia política
El objetivo de este texto es invitar al estudio de la violencia política contemplando a tres categorías de ciudadanos – activistas, periodistas, y personal político -. Esto es importante porque un análisis que contemple a estas tres categorías de ciudadanos podrá comprender mejor el fenómeno y los determinantes de la violencia política, lo que es esencial para la implementación de políticas públicas efectivas de protección y atención a la violencia política.
Invitamos al estudio de la violencia política desde este enfoque integral a través de un análisis que demuestra la interrelación en la violencia contra estas tres categorías de ciudadanos, explorando si en los lugares del país donde hay mayor violencia hacia uno de estos actores políticos –un funcionario público, por ejemplo–, también la hay ante los otros – defensores de derechos humanos o periodistas–.
¿Cómo analizar la concurrencia de las violencias que enfrentan los actores políticos?
Al día de hoy, no hay una base de datos que contemple estas tres categorías de ciudadanos con la misma metodología y las mismas variables de análisis por cada caso. Así, en algunas fuentes de información se consideran amenazas y agresiones, y en otras solamente asesinatos. Además, las variables que se recopilan son distintas, al igual que las técnicas de recopilación de información.
A pesar de esta limitante, es posible plantear un análisis exploratorio que indague sobre las posibles coincidencias entre estas tres formas de violencia política. Para ello, unificamos distintas bases de datos, pero contabilizando únicamente los asesinatos, por ser la variable más confiable respecto a los actos violentos5, y la que contienen las diversas bases con las que trabajamos.
Retomamos la base de datos de Artículo 196 para contabilizar los asesinatos a periodistas; los datos del proyecto “Votar entre balas”7 para el personal político, por ser la base de datos que cuenta con registros por un mayor período de tiempo; y, los informes sobre la situación de las personas y comunidades defensoras de los derechos humanos ambientales en México del Centro Mexicano de Derecho Ambiental para obtener los datos de asesinatos de activistas8. Lo anterior, nos permite tener datos de los tres gremios, relativamente comparables, entre 2018 y 2022.
Ahora bien, para analizar la concurrencia entre los patrones de homicidio que sufren estos tres gremios, un análisis geográfico puede resultar una primera aproximación muy sugerente, pues asimilamos el espacio geográfico al campo político y observamos si hay territorios más propensos a que coincidan estas formas de violencia política, o no.
Asesinatos de personal político
En esta categoría se contemplan personas que se desempeñan en el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobierno o partidos, incluyendo candidatos, gobernantes y representantes electos. Las entidades con mayor número de asesinatos son Veracruz (72), Guanajuato (65), Oaxaca (64), Guerrero (52), Michoacán (35), Jalisco (33), y Estado de México (30).
Asesinatos de activistas ambientales
Respecto a los asesinatos de activistas ambientales, los estados con mayor número de asesinatos son Oaxaca (13), Guerrero (11), Morelos (7), Chihuahua (6), Chiapas y Michoacán (4), y Veracruz, Sonora y Puebla (3).
Sonora aparece nuevamente como una de las 7 entidades con mayor número de asesinatos en esta categoría, después de estar presente como unos de los estados con mayor número de asesinatos de periodistas (4). Y Michoacán aparece nuevamente, después de ser el quinto estado con mayor número de asesinatos de personal político (5).
Oaxaca, Guerrero y Veracruz aparecen por tercera ocasión entre las 7 entidades federativas con mayor número de asesinatos, siendo tres de las cuatro entidades federativas con más asesinatos si contabilizamos los homicidios de las tres categorías de ciudadanos.
¿Cómo se interrelaciona la violencia política contra periodistas, activistas ambientales, y personal político?
En los estados con mayor número de asesinatos existe una tendencia en donde a mayor violencia hacia una categoría de actor político, mayor violencia para las otras categorías de actores políticos.
Veracruz (81), Oaxaca (80), Guanajuato (68) y Guerrero (68) son los cuatro estados con mayor número de asesinatos de violencia política contemplando estas tres categorías de ciudadanos, y los mismos cuatro estados son los estados con mayor número de asesinatos a personal político.
Entre estos cuatro estados, Veracruz y Guerrero son los estados que sobresalen con mayor número de asesinatos a periodistas, siendo además Veracruz el estado con mayor número de asesinatos a personal político, y Guerrero el cuarto.
Los asesinatos de personal político tienen una correlación positiva alta y significativa con los asesinatos de periodistas (0.62) y con los asesinatos de activistas ambientales (0.69), lo que indica que, donde los asesinatos de personal político aumentan, también aumentan los asesinatos contra periodistas y activistas ambientales. Los asesinatos de periodistas y activistas ambientales también tienen una correlación positiva (0.51), lo que indica que donde aumentan los asesinatos de periodistas, también aumentan los asesinatos contra activistas ambientales9. Estas correlaciones son, de acuerdo a las convenciones estadísticas, altas y significativas.
Es importante tomar en cuenta que las correlaciones presentadas no implican causalidad, pues los resultados de una correlación simplemente sugieren una relación estadística. Adicionalmente, debido a la falta de datos disponibles en el período de tiempo analizado, solamente contemplamos activistas ambientales, dejando fuera a activistas que abanderan otras causas, por ejemplo, diversidad sexual, derechos reproductivos o derechos de los pueblos originarios.
Otra área de oportunidad en el análisis consiste en no tomar al homicidio como única unidad de análisis. Esto es útil para reducir la “cifra negra”, pero resulta conflictivo medir un fenómeno complejo como la violencia política con solamente un acto violento, aunque sea el más extremo. En un país con dinámicas políticas y violentas tan diversas, la cantidad de asesinatos no refleja completamente los niveles de violencia política en los estados.
Por lo anterior, resulta importante obtener mejores datos, aplicando una metodología uniforme que permita abordar de manera más efectiva la complejidad de la violencia política. Este enfoque no solo mejorará la calidad de los análisis, sino que también facilitará la determinación de factores comunes detrás de la violencia contra estas tres categorías de ciudadanos, y si la violencia ante una categoría de ciudadanos desencadena las otras.
Siguientes pasos y siguientes preguntas
La comprensión de la interrelación entre la violencia política dirigida a periodistas, activistas y personal político es importante porque demuestra la necesidad de desarrollar políticas públicas integrales y efectivas. Para atender la violencia política, necesitamos análisis que vayan más allá de la mera identificación de víctimas específicas y se adentren en la comprensión profunda de los determinantes estructurales que perpetúan la violencia política que atañe a diversos gremios en el país.
¿Cuáles son los factores que generan que en un estado haya mayor violencia política que en otros? ¿Cuál es el ambiente político de los estados donde hay mayor violencia política? ¿En qué medida intereses económicos -legales e ilegales- explican la concurrencia de victimización de gremios aparentemente tan distintos como candidatos, reporteros y promotores del respeto por la tierra? Las respuestas a estas preguntas son importantes para, primero, comprender el fenómeno de la violencia política más ampliamente, y después, diseñar estrategias que la puedan mitigar.
Desde el proyecto de Violencia Política de Noria Research México y Centroamérica nos proponemos dar respuesta a este tipo de preguntas, estudiando la violencia política desde un enfoque que incluya, al menos, estos tres gremios. Esto implica no sólo revisar las formas en las que concebimos el problema, sino también diseñar métodos de recolección de información y sistematizar los datos disponibles; tarea que debería hacerse en colectivo.
1 De acuerdo con el reporte Votar entre balas, por Data Cívica y del Programa para el Estudio de la Violencia (PEV) del CIDE: https://votar-entre-balas.datacivica.org/
2 Instituto Belisario Domínguez: Asesinatos políticos en el proceso electoral 2021: http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/handle/123456789/5361
3 De acuerdo con el informe Standing firm por Global Witness: https://www.globalwitness.org/en/campaigns/environmental-activists/standing-firm/#:~:text=Global%20analysis%3A%20the%20picture%20for%20defenders%20around%20the%20world,-Share%20Facebook%20Tweet&text=A%20total%20of%20177%20people,still%20paints%20a%20grim%20picture.
4 De acuerdo con el Observatorio de la UNESCO de Periodistas Asesinados: https://www.unesco.org/en/safety-journalists/observatory
5 La variable de asesinatos cuenta con un menor cifra negra respecto a los actos violentos. Esto quiere decir que los asesinatos se denuncian e investigan mucho más que las agresiones o amenazas.
6 Artículo 19. Periodistas asesinados: https://articulo19.org/periodistasasesinados/
7 Votar entre balas, por Data Cívica y del Programa para el Estudio de la Violencia (PEV) del CIDE: https://votar-entre-balas.datacivica.org/
8 Publicaciones y estudios del CEMDA – Derechos humanos: https://www.cemda.org.mx/publicaciones-y-estudios-del-cemda/
9 Para analizar la validez de estas correlaciones, se aplicaron modelos de regresión lineal para determinar si son estadísticamente significativas o no. En todos los casos, el valor p asociado al coeficiente fue muy bajo (1.36e-05, 0.00284, 0.000147), indicando que las correlaciones observadas son estadísticamente significativas.